Los
fondos de pensiones
Al sobrevolar Puerto en el
año 2001 cuando acudimos, Miriam y yo, al cumpleaños de mi tía Marianela
Victoria Peguero, celebrado por toda la familia en San Juan, vi que hay escasa
tierra para la agricultura, porque todo está urbanizado.
En mis años de ejercicio del
periodismo siempre he sido de los dominicanos preocupados por el uso de la
tierra.
Aquí, donde todos los
códigos están escritos y sólo se aplican las partes que convienen o no
contravienen a la autoridad, hay desde hace años gran preocupación por el uso
de la tierra.
Lo fundamental es el
enfrentamiento en el uso de la tierra para la producción agrícola y pecuaria y
la que se refiere a la urbanización, la construcción de viviendas.
En aquel vuelo sobre Puerto
Rico me alarmó cómo las casas se comieron el terreno llano, el de las faldas de
las montañas y cómo comenzaban a bordear la parte superior de las lomas.
Aunque aquí tenemos leyes y
regulaciones municipales sobre el uso de suelos, basta con que a cualquier
carajete político o uniformado, le interese violar la ley, comienza una
construcciones no permitida para el lugar donde levanta el edificio y luego,
aunque haya decisiones judiciales o municipales, la construcción avanza, se
concluye y colorín colorado, este cuento está acabado.
Hemos tenido mucha tierra pero la hemos usado de manera desordenada, sin
planear si conviene sembrar de varillas y cemento un lugar o si conviene
mantenerlo para la producción. Algunas de las mejores tierras del país tienen
sembrada una urbanización que no produce ningún alimento.
Hay que usar los recursos
con inteligencia. Hay que tomar las decisiones sobre los recursos mirando hacia
el futuro, Los recursos son limitados. Constructores, urbanizadores,
ingenieros, negociantes de bienes raíces achican la tierra de buena calidad
para la agricultura, para construir casas.
Mi primo Jorge Gautreau
Ibarra me enseñó que “ya Dios no está haciendo tierra”.
Ahora que el fondo de
pensiones tiene tantísimo dinero hay quienes sueñan con usarlo para construir
casas, entrar sus manos, sus ambiciones, sus malas mañas, en esa montaña de
riqueza acumulada y dar paso a más corrupción., Hasta el Colegio de Ingeniero
tiene un proyecto de construcción de viviendas unifamiliares para sus miembros
y reclama dinero del fondo de pensiones para construir esas casas.
Uno se pregunta ¿Cuánto
terreno se necesita para construir casas para miles de ingenieros, médicos, dentistas,
músicos, locutores, periodistas, peloteros y desnudistas? ¿Y a eso vamos a
dedicar los fondos de pensiones? ?Con qué dinero se pagarán las pensiones? ¿Pagarán
por las casas o las regalarán como la mayoría de las que se dieron a administrar
a Bienes Nacionales?
No permitamos que se gasten
los fondos de pensiones alegremente.