Biografía

Nació en Sabana de Chavón, La Romana, el 9 de Noviembre de 1937. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue cónsul en La Guaira, Venezuela y viceministro de la Presidencia del gobierno que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ha publicado ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa dominicana. Es autor de los libros “Cuentos del Abuelo Julio”, “La ciudad clandestina y los secretos del General” y una novela llamada “Al final del arco iris” (1982). Sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo” fueron premiados por el Movimiento Cultural Dominicano y Casa de Teatro, respectivamente.

Inició y dirigió por muchos años, el suplemento “Cultura” del periódico El Nacional de ¡Ahora! “Cultura” pronto se convirtió en vocero de voces dominicanas nuevas. “Cultura” estaba abierto a todas corrientes literarias, a diferencia de otros suplementos culturares que existieron (y quizás todavía existen) en la República Dominicana, que eran “mafias literarias” para exponer puntos de vista, tendencias literarias que eran defendidas y/o promovidas por esos “intelectuales”.

Su prosa es precisa y sus temas son en general sociales. Escribió un cuento breve que está entre los cinco o seis mejores cuentos breves escritos en español

miércoles, 23 de enero de 2013

Comencemos



Comencemos
¿Hacia dónde llevan la nación? Estamos cerca del despeñadero ¿resistimos a las fuerzas que nos llevan sin narigón, hacia la oscura y tenebrosa instauración de una dictadura? ¿Hemos olvidado cómo el dominio de los poderes del Estado permite practicar aquello de que “el poder absoluto corrompe absolutamente”? ¿Nos damos cuenta o nos hacemos los chivos locos ante una situación que cada día acogota, arrincona, comprime la posibilidad de que podamos ejercer los derechos constitucionales sin temor a ser aplastados por una maquinaria partidista, absolutista y cerrada, un gobierno de tuertos cuya visión dividió la sociedad nacional en peledeístas y corruptos, como una profesión de fe de su modo de ser excluyente? ¿Nos vamos a seguir engañando rodeando el grueso tronco del árbol que nos impide la visión, para luego divisar a lo lejos una minúscula paja en el ojo ajeno? ¿Acaso vamos a continuar la política del avestruz y mantendremos la cabeza escondida para no ver las verdades de a puño que nos afectan?
Hubo un tiempo en que se pensó que una nueva generación que llegara al poder podría realizar un gobierno respetuoso de los intereses y derechos del pueblo, para beneficio de todos.
Pero mejor temprano que tarde las ilusiones de ayer se marchitaron en realidades amargas y escupitajos que cayeron sobre los rostros de aquellos profetas de palabras almibaradas que se convirtieron en acíbar, cuando los creadores de los sueños se vieron ante el dulce panal de abejas que resultó el erario, para quienes hoy se sabe que no sirvieron al pueblo, se desconoce si sirvieron a su partido, aunque sí se tiene la certeza de que de “puros” peledeístas se convirtieron en corruptos.
¿Cuánto y qué le ha costado al país vivir bajo un régimen democrático? Persecuciones, abusos, desconocimiento de los derechos fundamentales. Cabe la pregunta ¿hay democracia en la República Dominicana de hoy?
Si la democracia es el poder del pueblo ¿está el pueblo en el poder en este momento? ¿Cómo se demuestra que el pueblo está en el poder?
En el celebrado discurso del Estado de la Unión, dirigido al Congreso norteamericano por el Presidente de los Estados Unidos el 6 de enero de 1941, Franklyn D. Roosevelt propuso como metas cuatro libertades fundamentales que todas las personas "en cualquier lugar del mundo" deberían disfrutar: Libertad de expresión, Libertad de culto o de creencias, Libertad de vivir sin penuria y Libertad de vivir sin temor.
No es hora de contemplaciones. No permitamos que nos sigan distrayendo. Examinemos la situación nacional, leamos la prensa, escuchemos la radio, veamos la televisión y preguntémonos si vivimos bajo un gobierno que respete esas cuatro libertades.
Comencemos a cambiar el rumbo. El PRD, con Hipólito a la cabeza, comenzó .esta semana.

jueves, 3 de enero de 2013

Los fondos de pensiones



Los fondos de pensiones

Al sobrevolar Puerto en el año 2001 cuando acudimos, Miriam y yo, al cumpleaños de mi tía Marianela Victoria Peguero, celebrado por toda la familia en San Juan, vi que hay escasa tierra para la agricultura, porque todo está urbanizado.
En mis años de ejercicio del periodismo siempre he sido de los dominicanos preocupados por el uso de la tierra.
Aquí, donde todos los códigos están escritos y sólo se aplican las partes que convienen o no contravienen a la autoridad, hay desde hace años gran preocupación por el uso de la tierra.
Lo fundamental es el enfrentamiento en el uso de la tierra para la producción agrícola y pecuaria y la que se refiere a la urbanización, la construcción de viviendas.
En aquel vuelo sobre Puerto Rico me alarmó cómo las casas se comieron el terreno llano, el de las faldas de las montañas y cómo comenzaban a bordear la parte superior de las lomas.
Aunque aquí tenemos leyes y regulaciones municipales sobre el uso de suelos, basta con que a cualquier carajete político o uniformado, le interese violar la ley, comienza una construcciones no permitida para el lugar donde levanta el edificio y luego, aunque haya decisiones judiciales o municipales, la construcción avanza, se concluye y colorín colorado, este cuento está acabado.
Hemos tenido mucha tierra pero la hemos usado de manera desordenada, sin planear si conviene sembrar de varillas y cemento un lugar o si conviene mantenerlo para la producción. Algunas de las mejores tierras del país tienen sembrada una urbanización que no produce ningún alimento.
Hay que usar los recursos con inteligencia. Hay que tomar las decisiones sobre los recursos mirando hacia el futuro, Los recursos son limitados. Constructores, urbanizadores, ingenieros, negociantes de bienes raíces achican la tierra de buena calidad para la agricultura, para construir casas.
Mi primo Jorge Gautreau Ibarra me enseñó que “ya Dios no está haciendo tierra”.
Ahora que el fondo de pensiones tiene tantísimo dinero hay quienes sueñan con usarlo para construir casas, entrar sus manos, sus ambiciones, sus malas mañas, en esa montaña de riqueza acumulada y dar paso a más corrupción., Hasta el Colegio de Ingeniero tiene un proyecto de construcción de viviendas unifamiliares para sus miembros y reclama dinero del fondo de pensiones para construir esas casas.
Uno se pregunta ¿Cuánto terreno se necesita para construir casas para miles de ingenieros, médicos, dentistas, músicos, locutores, periodistas, peloteros y desnudistas? ¿Y a eso vamos a dedicar los fondos de pensiones? ?Con qué dinero se pagarán las pensiones? ¿Pagarán por las casas o las regalarán como la mayoría de las que se dieron a administrar a Bienes Nacionales?
No permitamos que se gasten los fondos de pensiones alegremente.