Para lo que seamos buenos
Cuando Claudio regresó de Chile vino a vivir a Puerto Rico. Nunca avisó que
venía al país pero indefectiblemente se presentaba en casa y sosteníamos
conversaciones ninguna de las cuales terminó antes de cinco o seis horas.
Claudio quería ponerse al día sobre la actitud y la práctica política de
compañeros de la Guerra de Abril de 1965 y de otras personas, así sabría cómo
manejarse con ellos.
¿Recuerdas aquel compañero que acompañaba al Coronel Peña Taveras? Pues me
lo encontré en un pasillo de la Secretaría de Finanzas y me informó que había
tenido que engancharse a la Policía y lo enviaron al Servicio Secreto para que
vigilara a los compañeros “pero usted sabe cómo es, jefe, esta gente no sabe
más que nosotros” Y no lo volví a ver.
Me correspondió informar a Claudio sobre todos los tránsfugas, los
vendidos, los calieses. Pero sobretodo me tocó informarlo sobre la gente buena,
firme, patriota, democrática, que echaba la pelea contra la dictablanda
balaguerista que construyeron los yanquis y la dejaron como un regalo
envenenado, como un freno al desarrollo político del pueblo dominicano.
Esas largas y ricas conversaciones se desarrollaban en un marco de nadie
sabe cuántas tazas de café y cigarrillos que se apagaban al encender el
siguiente con la colilla.
Es verdad que hablábamos, Claudio y yo. En veces, mi Miriam apuntaba algún
dato o completaba una información.
En aquella ocasión Claudio llegó cuando comenzaba la tarde. El protocolo
era conocido y se ejecutaba religiosamente: café, cigarrillos, tranquilidad y
conversación.
Antes de que Claudio comenzara a preguntar, o yo a informar y comentar, le
dije: “cuando veas al Chief-chief (Jefe-jefe) dile que aquí no vengan con
guerrillas porque los van a matar a todos y yo voy a estar escondido”
.?De dónde salía lo de Chief-chief? En la tradición de la Marina los jefes
de áreas con llamados Chief y Francisco Alberto Caamaño Deñó era el Jefe de
todos los jefes.
Claudio insistió en que no viajaría a Cuba pero yo sabía que viajaría
acompañado por el Coronel Jorge Gerardo Marte Hernández y el objetivo del viaje
era convencer a Francisco Alberto de que saliera de Cuba. Esa es otra historia.
A Claudio y Fabiola Caamaño les mataron un hijo de una manera vil. Claudio
y Fabiola denuncian que los amenazan porque quieren que se haga justicia en el
caso de su hijo, muerto por un disparo que supuestamente no iba dirigido a él.
Ahora quieren matar dos veces al hijo de Claudio y Fabiola.
Mis hermanos Claudio y Fabiola Caamaño saben que cuentan con nosotros, con
los de mi casa. Estamos a su mandar, para lo que seamos buenos. Nada más ni
nada menos.
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