O to’ toro
o to’ vaca
Mucha gente creyó que el Presidente Danilo Medina cumpliría la
palabra empeñada en el discurso inaugural de su gobierno ante la Asamblea
Nacional.
Desde ese mismo día, pasadas dos o tres horas, cuando se dieron
a conocer los nombramientos de varios ministros que se escucharon nombres de
funcionarios del pasado gobierno, la gente se dio cuenta de que Danilo
comenzaba a trillar el camino de una de sus promesas de campaña: “seguir lo que
estaba bien” desde su punto de vista, por supuesto. Si esa no era la intención,
lo disimuló muy mal.
Ese juego que ejecutó barajando los nombres y los puestos, en
algunos casos, fue una forma de rasgarse las vestiduras y despojarse del
antifaz con el cual intentó engañar al pueblo.
Ese engaño comenzó cuando el entonces candidato Danilo Medina
dijo que quería gobernar para “continuar lo que estaba bien; hacer lo que nunca
se había hecho y corregir lo que está mal”
El
Presidente Danilo Medina es beneficiario, usufructuario y cómplice de las
barbaridades y vagabunderías, de los robos al erario y del uso indebido del
poder para avasallar, para dañar, para engañar.
Alguna
gente, porque nunca falta un bobo, un creído, un buena gente o un pendejo, se
dejó embaucar y cegar, durante la campaña, con la repetición hasta la saciedad
de supuestas obras de beneficio para el país. Esas obras encubrían la más
formidable operación mafiosa que permitió la acumulación originaria de más de
un vivo, de los que se cobijan bajo el mando de ovejas que se llama PLD.
Lástima
que haya la necesidad de generalizar cuando se llama mafiosos a los
peledeístas, pero es que ellos son una excelente demostración de “dime con
quien andas y te diré quien eres”
El
gran culpable, el jefe de la banda peledeísta: Leonel Fernández, fabricó un
candidato de cuya lealtad estaba seguro. Ante el latrocinio amparado por
Leonel, Danilo Medina calló cada vez que debió levantar la voz, ocultó la
cabeza en un barril de excrementos, cuando debió fijar posición, para
distanciarse, de quien había usado el poder del Estado para derrotarlo en el
2008 y obtener la nominación a Presidente de la República.
Balaguer
dividió al PRD en1986, para eliminar la posible candidatura de Salvador Jorge
Blanco en 1990. Ahora Leonel divide el PRD para evitar ser perseguido por
manejos ilegales y turbios de fondos del Estado, entre otras acusaciones
posibles.
Esta
es la hora de demostrar seriedad y apego al ejercicio honesto de una posición.
Al Procurador General de la República se le ha sacado su comida aparte. Ahora
tiene la oportunidad de demostrar si es o si no es serio. Le llegó el tiempo de
o to’ toro o to’ vaca.
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