Los buenos ejemplos
El suicidio de un inspector del Departamento de Licencias e Inspecciones de
Filadelfia, es un caso realmente conmovedor, cuando se lee en medio de tanta
tragedia fruto de la maldad, del crimen, la envidia.
Ronald Wagenhoffer, de 52 años, había examinado el edificio del centro de
la ciudad de Filadelfia semanas antes de que se desplomara el 14 de mayo,
matando a seis personas.,
El director del departamento, Carlton Williams, dijo que Wagenhoffer hizo
todo lo posible para proteger a la gente. “Era un servidor civil comprometido
con su profesión, que amaba su trabajo". Los investigadores dijeron que el
operario de maquinaria pesada que trabajaba en la demolición del edificio,
tenía amplios antecedentes penales y estaba drogado de marihuana cuando se
desplomó el edificio.
Cualquiera piensa que ese suceso, ocurrido en Filadelfia, Estados Unidos,
no tiene interés porque “eso queda muy lejos”, sin embargo es una noticia tan
local como cualquier otra ¿Por qué?
Hay varias razones para que la noticia sea de interés porque como dijo el
poeta inglés, John Donne: la muerte de cualquier
hombre me disminuye, porque yo formo parte de la humanidad; por tanto nunca
mandes a nadie a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.
Segundo, por los dominicanos residentes en Filadelfia; y tercero, porque se trata de una
tragedia conmovedora de la cual no estamos a salvo por estos lares.
Víctor Hugo retrata un personaje extraordinario, comprometido con el
cumplimiento del deber y la ley: el inspector Javert, quien descubre que el
respetado ciudadano Jean Valjean, es el mismo que robó años atrás una hogaza de
pan para alimentar a su familia. El policía decide dar por terminada la
persecución y se arroja al río Sena, con fines suicidas, porque no va a cumplir
con la ley.
Se llamaba Pedro Ríos, el tamborcito de Tacuarí. Tenía sólo 12 años. Murió
peleando por Argentina al ser alcanzado por dos balazos mientras alentaba las
tropas de su patria, redoblando el tambor, luego de que el soldado que tenía
esa misión fuera muerto.
Entre los ejemplos citados hay un denominador común: el cumplimiento del
deber, el respeto a la ley, el amor por sus semejantes y el sacrificio por la
Patria, de los cuales carecemos.
Creo que no somos una sociedad en descomposición, pero sí un grupo de
personas que vamos dejando de lado las normas morales.
Cuando volaron un edificio en la Pasteur esquina malecón, murió una
muchacha y no pasó nada.
Carece de escalera de emergencia el edificio del Naco que se incendió
recientemente, nadie dice nada. Los bomberos carecen de equipos. Y seguimos
permitiendo la construcción de edificios multipisos.
¿Quién impone el cumplimiento de la ley, quién da ejemplos de valor moral?
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