El PRD en el camino
La esperada reunión entre el Presidente Hipólito Mejía y el ingeniero
Miguel Vargas Maldonado provoca una gran esperanza en las amplias filas del
Partido Revolucionario Dominicano (PRD), se inicia el camino hacia la reunificación
de la principal organización política del país.
Sabido es que el principal propósito de un partido político, la meta hacia
donde se encamina la suma de esfuerzos, talentos, voluntades, decisiones,
intenciones, y trabajos, es la toma del poder con fines de aplicar su programa
de gobierno.
Sabido es, desde siempre, que la unión hace la fuerza. Está demostrado que
la unión de pequeños esfuerzos y sacrificios, dirigidos con voluntad creadora,
produce los frutos que se desean, por los cuales se trabaja, que el premio está
al alcance de las manos siempre que todos halemos la carreta en la misma
dirección.
Está demostrada la fuerza de sumar hasta el último voto para lograr la
victoria en unas elecciones. Ni siquiera el Partido Revolucionario Dominicano
tiene el 50 por ciento más un voto para ganar las elecciones con sólo los
sufragios de sus militantes.
Si la militancia del PRD unido no alcanza el total mínimo requerido para
ganar con sólo su fuerza electoral, un Partido Revolucionario Dominicano
fraccionado se encaminaría a convertirse en un comodín para justificar la
celebración de elecciones generales.
El Presidente Mejía, quien ha demostrado tener una paciencia que sólo
recuerda la del personaje bíblico Job, sabe que la salida a la crisis del
Partido Revolucionario Dominicano requiere no sólo de una negociación, no sólo
de un pacto serio, decente, donde las partes tengan una participación
inteligente, sino que también ese acuerdo se realice de buena fe.
Lo que estaría en juego es la seriedad, la honestidad, la reciedumbre moral
no sólo de los líderes más encumbrados sino también de líderes medios que
aspiran a permanecer en sus puestos en el partido y a figurar en la boleta del
PRD para las elecciones del 2016.
Una vez puestos de acuerdo los líderes más importantes, vendrá el
interesante y ciclópeo trabajo de organizar una primera convención para elegir
las autoridades del partido y luego la convención que elegirá el candidato
presidencial para el 2016.
Mi recuerdo más lejano de la anulación de las fuerzas está en aquella
gráfica en la cual aparecen cuatro caballos tirando de un objeto hacia cada uno
de los puntos cardinales. La fuerza de los caballos tirando hacia un lugar
diferente tenía como resultado que el objeto permanecía estático, como si no se
aplicara ninguna fuerza para moverlo.
Coloquemos los caballos del PRD para que halen en una sola dirección y
recordemos que: “sólo el PRD, derrota al PRD” y hagamos buena esta frase: “el
PRD unido, jamás será vencido”.
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