Biografía

Nació en Sabana de Chavón, La Romana, el 9 de Noviembre de 1937. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue cónsul en La Guaira, Venezuela y viceministro de la Presidencia del gobierno que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ha publicado ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa dominicana. Es autor de los libros “Cuentos del Abuelo Julio”, “La ciudad clandestina y los secretos del General” y una novela llamada “Al final del arco iris” (1982). Sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo” fueron premiados por el Movimiento Cultural Dominicano y Casa de Teatro, respectivamente.

Inició y dirigió por muchos años, el suplemento “Cultura” del periódico El Nacional de ¡Ahora! “Cultura” pronto se convirtió en vocero de voces dominicanas nuevas. “Cultura” estaba abierto a todas corrientes literarias, a diferencia de otros suplementos culturares que existieron (y quizás todavía existen) en la República Dominicana, que eran “mafias literarias” para exponer puntos de vista, tendencias literarias que eran defendidas y/o promovidas por esos “intelectuales”.

Su prosa es precisa y sus temas son en general sociales. Escribió un cuento breve que está entre los cinco o seis mejores cuentos breves escritos en español

miércoles, 29 de mayo de 2013

La Nación siempre hace justicia



La Nación siempre hace justicia

Quizá tenga razón la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional quien soslaya de una manera inelegante aquella práctica constante que, escrita o no, reza: “el rumor público, mueve la acción pública”.
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional se ahorra la lectura de la prensa, no escucha la radio ni ve televisión y por eso no se ha enterado de que el doctor Leonel Fernández Reyna es heredero de una fortuna tal que le permite vivir como vive, hacer lo que hace y pensar que “hay mal que dura cien años y cuerpos que lo resisten”.
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional tiene puede conseguir, la declaración de bienes del doctor Leonel Fernández, al momento de que de que le ciñeran la banda presidencial, en cuyo centro el Escudo Nacional tiene una Biblia abierta en el versículo 32 del capítulo 8 del Evangelio de San Juan, donde se lee “…y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional sí leyó, aunque necesite una explicación del más reputado exégeta bíblico, sobre el gran milagro reseñado en el Sermón de la Montaña donde se relata que el Hijo del Señor, ante la multitud que lo acompañaba y la solicitud de sus discípulos, multiplicó los dos pescados y tres panes que tenían lo que permitió que comieran miles de seguidores
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional confía tanto en los “milagros” del manejo del erario que puede justificar la existencia y mantenimiento de la Fundación de Leonel.
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional desconoce que el hablador y el cojo no llegan lejos sin ser descubiertos y no se le ocurre, ni a ella ni a las autoridades de la Dirección General de Impuestos Internos, investigar el origen de los fondos de la Fundación de marras.
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional no tuvo la responsabilidad de sumar el monto de los sueldos de Leonel Fernández, como Presidente de la República, a ver si el monto de los mismos justifica los bienes que exhibe sin ningún pudor y el estilo de vida que se gasta.
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional entienda que la noche que oculta los delitos cometidos ante los ojos de todos, permanecerá por siempre.
Quizá la Magistrada Procuradora Fiscal del Distrito Nacional, como parte de una maquinaria integrada por gente cegada por el poder y por su intención de permanencia en los puestos a como dé lugar, piensa que todo seguirá igual, por los siglos de los siglos.
Nunca los ladrones y asesinos se han salido con la suya: la Nación siempre ha hecho justicia con ellos.

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