Biografía

Nació en Sabana de Chavón, La Romana, el 9 de Noviembre de 1937. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue cónsul en La Guaira, Venezuela y viceministro de la Presidencia del gobierno que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ha publicado ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa dominicana. Es autor de los libros “Cuentos del Abuelo Julio”, “La ciudad clandestina y los secretos del General” y una novela llamada “Al final del arco iris” (1982). Sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo” fueron premiados por el Movimiento Cultural Dominicano y Casa de Teatro, respectivamente.

Inició y dirigió por muchos años, el suplemento “Cultura” del periódico El Nacional de ¡Ahora! “Cultura” pronto se convirtió en vocero de voces dominicanas nuevas. “Cultura” estaba abierto a todas corrientes literarias, a diferencia de otros suplementos culturares que existieron (y quizás todavía existen) en la República Dominicana, que eran “mafias literarias” para exponer puntos de vista, tendencias literarias que eran defendidas y/o promovidas por esos “intelectuales”.

Su prosa es precisa y sus temas son en general sociales. Escribió un cuento breve que está entre los cinco o seis mejores cuentos breves escritos en español

viernes, 10 de mayo de 2013

Luchar por la democracia



Luchar por la democracia

¿Qué queremos los perredeístas en la actual coyuntura? Queremos la unidad del partido para buscar el poder y trabajar para que el pueblo tenga empleos, comida, educación, salud, justicia, libertad y democracia.
Para que los perredeístas podamos participar en la búsqueda del poder tenemos que trabajar todos en la misma dirección, mostrar nuestros proyectos, explicar nuestros propósitos y presentar como candidatos a las mejores mujeres y los mejores hombres, en cuyas manos pondremos la explicación y posterior ejecución del plan de gobierno.
¿Cuál es el principal obstáculo para que se logre la unidad y se pueda emprender el camino hacia el poder en el año 2016? La falta de unidad en las filas partidarias.
Pero ¿cómo se puede lograr la unidad? Se requiere de respeto a los estatutos de la organización y de un espíritu democrático, para que haya credibilidad y confianza.
La credibilidad se construye, no se la regalan a nadie, se gana día a día cuando se respetan las leyes morales que contribuyen a formar la personalidad de quienes se convierten en personas confiables.
La confianza es como una playa cuyas olas van y vienen, dejando en cada uno de sus movimientos granos de arena que conforman un remanso de aguas limpias que invitan al disfrute.
La confianza, pues, es el fruto de una conducta, de una actitud frente a la vida, de un quehacer permanente. La confianza es un espejo en el cual se reflejan la seriedad y el cumplimiento de la palabra empeñada.
La unión de espíritu democrático, lucha en favor de la libertad, credibilidad, confianza, respeto a las reglas del juego del ejercicio de los derechos y el cumplimiento de los deberes, forman parte de la conducta colectiva de los miembros de un partido político.
Pertenecer a un partido político no obliga a entregar la cabeza y dejar de pensar al momento del ingreso. El ingreso a un partido político es un acto volitivo, un acto de voluntad. En la democracia a nadie lo obligan a formar parte de ninguna asociación, partido, grupo.
Dado que los miembros de los partidos son ciudadanos en el ejercicio pleno de sus derechos, pueden y deben ejercer su libertad y remover o ratificar a los miembros directivos de la organización.
Para que los miembros del partido puedan ejercer el derecho a elegir y a ser elegidos se realizan convenciones en las cuales los miembros tienen la oportunidad de seleccionar a sus directivos. Esas convenciones deben ser libres, democráticas, participativas, para que el pueblo tenga credibilidad en los elegidos.
El Partido Revolucionario Dominicano ha costado sangre, sudor, cárcel, exilio, hoy está secuestrado por un grupo antidemocrático que desconoce los estatutos y quiere alzarse con el santo y la limosna ¿lo vamos a permitir?

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