Biografía

Nació en Sabana de Chavón, La Romana, el 9 de Noviembre de 1937. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue cónsul en La Guaira, Venezuela y viceministro de la Presidencia del gobierno que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ha publicado ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa dominicana. Es autor de los libros “Cuentos del Abuelo Julio”, “La ciudad clandestina y los secretos del General” y una novela llamada “Al final del arco iris” (1982). Sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo” fueron premiados por el Movimiento Cultural Dominicano y Casa de Teatro, respectivamente.

Inició y dirigió por muchos años, el suplemento “Cultura” del periódico El Nacional de ¡Ahora! “Cultura” pronto se convirtió en vocero de voces dominicanas nuevas. “Cultura” estaba abierto a todas corrientes literarias, a diferencia de otros suplementos culturares que existieron (y quizás todavía existen) en la República Dominicana, que eran “mafias literarias” para exponer puntos de vista, tendencias literarias que eran defendidas y/o promovidas por esos “intelectuales”.

Su prosa es precisa y sus temas son en general sociales. Escribió un cuento breve que está entre los cinco o seis mejores cuentos breves escritos en español

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viernes, 30 de agosto de 2013

Todo pasa, todo se acaba…

Todo pasa, todo se acaba…

El modelo de Trujillo ha gobernado el país, con escasas excepciones, desde 1930. Las arbitrariedades de las autoridades y sus familiares, el manejo complaciente de la ley para perjudicar a quienes acuden a los tribunales en busca de justicia, la corrupción solapada y la descubierta, la triquiñuela para engañar al pueblo, forman el pan nuestro de cada día en la política nacional.
Para fines de resultado, da lo mismo que un grupo de rufianes cobijados bajo la bandera de un partido político se alce con el santo y la limosna, a que los tacones hoy en el suelo y el choque de las espadas produzca el tétrico ruido del absolutismo militar, a que algunos sabiondos logren crear una dictadura constitucional. Da lo mismo y aunque se vistan de seda, las monas monas se quedan.
La historia debe enseñar más de lo que muchos somos capaces de ver, de aprender. La historia enseña que, como dijo el Presidente Salvador Allende, mejor temprano que tarde la libertad y la democracia abren destellos de luz que obligan a los enemigos de los pueblos a huir, a cobijarse bajo el manto del olvido.
Pero los pueblos, de más en más, parece que despiertan, como si fuera una sorpresa y reclaman el derecho a la vida aún por encima de las bayonetas, de los códigos envenenados y de las constituciones acomodaticias a un grupo dentro de la sociedad.
Trujillo tuvo el control absoluto del país. En el Congreso Nacional, quitó y puso Diputados y Senadores cuya acción legislativa dependía de los caprichos y necesidades del tirano, designó jueces que lo complacieron en la legalización y bendición de sus muchas tropelías, heredó la organización policial que convirtió en una guardia cuyo principal ejercicio era husmear aquí y allá en una cadena interminable de chismes y acusaciones mendaces, el tirano logró convertir esas tropas en un ejército de ocupación.
Cada día entiendo mejor las razones por las cuales los gobiernos que sucedieron a Trujillo no pusieron hincapié en difundir las diabluras del trujillaje, era que querían repetir la historia ahora como comedia, pero no tuvieron el talento de hacerlo y ahora vivimos la tragedia de sobrevivir bajo la dictablanda de Leonel Fernández y sus compinches, usufructuario de la dictadura constitucional que vivimos.
Lo peor es que actuamos como si estuviéramos conformes con la situación nacional donde crecen la desempleo, se multiplica la miseria, los profesionales recién graduados carecen de oportunidades de trabajo, decenas de miles de niños no pueden asistir a las escuelas por falta de aulas, reaparecen viejas enfermedades y otras se abren paso contra la salud popular.
Uno se pregunta ¿hacia dónde llevan la nación?

En nuestro país cualquier bejuquito amarra y cuando suene la galleta ¡que Dios los coja confesados!

viernes, 5 de julio de 2013

¿Servir al pueblo? Proteger los prevaricadores

¿Servir al pueblo? Proteger los prevaricadores

Cuentan que a finales de 1996 o en los primeros meses de 1997, en una reunión sostenida por Leonel Fernández y la gavilla que lo acompaña en el saqueo del país, acordaron acumular un buen botín al amparo del poder, para poder continuar en la actividad pública. El grupo entiende que la política se hace con dinero (que entonces no tenían) y decidieron acopiar riquezas para lograr su objetivo de avasallar el país.
Para la primera acumulación de dinero, los muchachos de Juan Bosch, se dedicaron a tiempo completo a la extorsión, tráfico de influencias, introducción de contrabandos, negociar permisos de importación de alimentos, recibir coimas en las compras que realizaron para el Estado y a toda suerte de actividad que les permitiera estar forrados en dinero para trabajar política.
Ello explica que en el período 2000-2004.ninguno de los cómplices de Leonel, trabajara en otra actividad que no fuese la política
Actuando sin ningún pudor, tan pronto como Leonel Fernández y su gente, volvió al poder en el 2004, reinició la carrera hacia el enriquecimiento ilegal, inmoral, inhumano, usando para si los dineros que debían ser invertidos para el desarrollo del país y la mejoría de las condiciones de vida del pueblo dominicano.
Jamás en la historia nacional hubo un grupo tan descarado que dispusiera a las claras de los recursos del poder para acumular capitales.
Leonel y su grupo se valieron de cualquier acción dolosa que incluyó el uso de militares y policías, el empleo de jueces venales sin distinción de niveles, la compra de conciencias, la compra de votos y voluntades, un déficit monstruoso, acumulado mediante la violación de la ley del presupuesto, en un país donde la impunidad es amparada por la acción de los tribunales.
Lo peor del caso es que sin ser graciosos, sin tener la inteligencia ni las habilidades de los bufones, cometen el descaro de ser burlones.
Niza Campos publicó en Diario Libre los montos de las fortunas de muchos miembros del club de Ali Babá.
Ahora tienen los timbales de usar el Senado para “investigar” el origen de la “fortuna” de Félix Bautista, para lo cual usarán una institución básica de la democracia para apañar vagabunderías. A nadie le cabe duda de que el Senado aceptará como buenas y válidas las informaciones de este Creso dominicano que, como su amo Leonel Fernández, heredaron sus fortunas del Estado. ¡Cosas veredes!
Esa gavilla de asaltantes emplea el poder para beneficio personal y familiar y ampara a sus iguales porque sabe que el largo brazo de la justicia y el inexorable paso del tiempo permitirá, mejor temprano que tarde, que uno por uno sean enviados a la cárcel a expiar sus pecados