Biografía

Nació en Sabana de Chavón, La Romana, el 9 de Noviembre de 1937. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue cónsul en La Guaira, Venezuela y viceministro de la Presidencia del gobierno que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ha publicado ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa dominicana. Es autor de los libros “Cuentos del Abuelo Julio”, “La ciudad clandestina y los secretos del General” y una novela llamada “Al final del arco iris” (1982). Sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo” fueron premiados por el Movimiento Cultural Dominicano y Casa de Teatro, respectivamente.

Inició y dirigió por muchos años, el suplemento “Cultura” del periódico El Nacional de ¡Ahora! “Cultura” pronto se convirtió en vocero de voces dominicanas nuevas. “Cultura” estaba abierto a todas corrientes literarias, a diferencia de otros suplementos culturares que existieron (y quizás todavía existen) en la República Dominicana, que eran “mafias literarias” para exponer puntos de vista, tendencias literarias que eran defendidas y/o promovidas por esos “intelectuales”.

Su prosa es precisa y sus temas son en general sociales. Escribió un cuento breve que está entre los cinco o seis mejores cuentos breves escritos en español

lunes, 11 de febrero de 2013

El grupo



El grupo
Las sociedades, los grupos humanos, son más fuertes que quienes quieran destruirlos. El sentido de pertenencia se impone contra cualquier fuerza que intente separar al grupo, que fuerce para hacerlo desparecer.
Lo difícil es conformar un conglomerado con intereses comunes, aspiraciones similares, que haya adquirido conciencia de la importancia de la unión.
Alguna vez leí una frase atribuida a un pensador chino del siglo XV antes de Cristo, que decía: “la unión de pequeños esfuerzos y sacrificios dirigidos con voluntad creadora es capaz de alcanzar grandes metas”.
Lo que permite identificar a un grupo es la coherencia con que construye su cultura. No habrá país, no habrá grupo, si no hay metas comunes que permitan un conjunto de .acciones en beneficio del grupo, en beneficio del país,
Fueron los intereses comunes los que permitieron las guerras de la independencia de los países que se sintieron acogotados por la acción de personas, o grupos de personas, que abusaron de una y otra manera de pueblos que eran mantenidos en la oscuridad.
La verdad es como el agua, siempre encuentra una rendija por donde salir para cumplir con su destino, iluminar la mente de los hombres con información, con sabiduría, con amor a la libertad, con ánimo para instaurar y mantener la democracia.
La verdad es un instrumento tan fino, tan decisivo, tan definitorio que se parece al sol. Es imposible oponerse a la luz de la verdad, por eso, pase lo que pase, mañana saldrá el sol.
El hombre se mueve en busca de otros hombres para formar un grupo que se construye con el tiempo, porque sí, porque la naturaleza del hombre es vivir en sociedad. Lo difícil repito, es que se forme la sociedad, que puede iniciarse con otro y la suma de otros constituye el grupo.
El grupo puede tener tropiezos, puede disminuir en número de integrantes, pero la voluntad de permanencia, el sentimiento de pertenencia se impone. La pertenencia es un modo de identificación que fomenta la solidaridad entre iguales y sirve de apoyo entre unos y otros.
Una sociedad, no desaparece por la voluntad de un hombre. En el peor de los casos un grupo enfrentará a otro grupo y nadie sabe nunca cuál de ellos resultara ganador.
Se juega a la destrucción del grupo cuando se tiene la certeza de que sus fuerzas son menores que las fuerzas del adversario, entonces llega un momento decisivo: se pelea y se hace daño al grupo o se buscan y logran acuerdos decentes.
El PRD no será destruido. Las armas están ahí: pelearse y disminuirse o acordar seguir como grupo fuerte y cohesionado.

miércoles, 23 de enero de 2013

Comencemos



Comencemos
¿Hacia dónde llevan la nación? Estamos cerca del despeñadero ¿resistimos a las fuerzas que nos llevan sin narigón, hacia la oscura y tenebrosa instauración de una dictadura? ¿Hemos olvidado cómo el dominio de los poderes del Estado permite practicar aquello de que “el poder absoluto corrompe absolutamente”? ¿Nos damos cuenta o nos hacemos los chivos locos ante una situación que cada día acogota, arrincona, comprime la posibilidad de que podamos ejercer los derechos constitucionales sin temor a ser aplastados por una maquinaria partidista, absolutista y cerrada, un gobierno de tuertos cuya visión dividió la sociedad nacional en peledeístas y corruptos, como una profesión de fe de su modo de ser excluyente? ¿Nos vamos a seguir engañando rodeando el grueso tronco del árbol que nos impide la visión, para luego divisar a lo lejos una minúscula paja en el ojo ajeno? ¿Acaso vamos a continuar la política del avestruz y mantendremos la cabeza escondida para no ver las verdades de a puño que nos afectan?
Hubo un tiempo en que se pensó que una nueva generación que llegara al poder podría realizar un gobierno respetuoso de los intereses y derechos del pueblo, para beneficio de todos.
Pero mejor temprano que tarde las ilusiones de ayer se marchitaron en realidades amargas y escupitajos que cayeron sobre los rostros de aquellos profetas de palabras almibaradas que se convirtieron en acíbar, cuando los creadores de los sueños se vieron ante el dulce panal de abejas que resultó el erario, para quienes hoy se sabe que no sirvieron al pueblo, se desconoce si sirvieron a su partido, aunque sí se tiene la certeza de que de “puros” peledeístas se convirtieron en corruptos.
¿Cuánto y qué le ha costado al país vivir bajo un régimen democrático? Persecuciones, abusos, desconocimiento de los derechos fundamentales. Cabe la pregunta ¿hay democracia en la República Dominicana de hoy?
Si la democracia es el poder del pueblo ¿está el pueblo en el poder en este momento? ¿Cómo se demuestra que el pueblo está en el poder?
En el celebrado discurso del Estado de la Unión, dirigido al Congreso norteamericano por el Presidente de los Estados Unidos el 6 de enero de 1941, Franklyn D. Roosevelt propuso como metas cuatro libertades fundamentales que todas las personas "en cualquier lugar del mundo" deberían disfrutar: Libertad de expresión, Libertad de culto o de creencias, Libertad de vivir sin penuria y Libertad de vivir sin temor.
No es hora de contemplaciones. No permitamos que nos sigan distrayendo. Examinemos la situación nacional, leamos la prensa, escuchemos la radio, veamos la televisión y preguntémonos si vivimos bajo un gobierno que respete esas cuatro libertades.
Comencemos a cambiar el rumbo. El PRD, con Hipólito a la cabeza, comenzó .esta semana.

jueves, 3 de enero de 2013

Los fondos de pensiones



Los fondos de pensiones

Al sobrevolar Puerto en el año 2001 cuando acudimos, Miriam y yo, al cumpleaños de mi tía Marianela Victoria Peguero, celebrado por toda la familia en San Juan, vi que hay escasa tierra para la agricultura, porque todo está urbanizado.
En mis años de ejercicio del periodismo siempre he sido de los dominicanos preocupados por el uso de la tierra.
Aquí, donde todos los códigos están escritos y sólo se aplican las partes que convienen o no contravienen a la autoridad, hay desde hace años gran preocupación por el uso de la tierra.
Lo fundamental es el enfrentamiento en el uso de la tierra para la producción agrícola y pecuaria y la que se refiere a la urbanización, la construcción de viviendas.
En aquel vuelo sobre Puerto Rico me alarmó cómo las casas se comieron el terreno llano, el de las faldas de las montañas y cómo comenzaban a bordear la parte superior de las lomas.
Aunque aquí tenemos leyes y regulaciones municipales sobre el uso de suelos, basta con que a cualquier carajete político o uniformado, le interese violar la ley, comienza una construcciones no permitida para el lugar donde levanta el edificio y luego, aunque haya decisiones judiciales o municipales, la construcción avanza, se concluye y colorín colorado, este cuento está acabado.
Hemos tenido mucha tierra pero la hemos usado de manera desordenada, sin planear si conviene sembrar de varillas y cemento un lugar o si conviene mantenerlo para la producción. Algunas de las mejores tierras del país tienen sembrada una urbanización que no produce ningún alimento.
Hay que usar los recursos con inteligencia. Hay que tomar las decisiones sobre los recursos mirando hacia el futuro, Los recursos son limitados. Constructores, urbanizadores, ingenieros, negociantes de bienes raíces achican la tierra de buena calidad para la agricultura, para construir casas.
Mi primo Jorge Gautreau Ibarra me enseñó que “ya Dios no está haciendo tierra”.
Ahora que el fondo de pensiones tiene tantísimo dinero hay quienes sueñan con usarlo para construir casas, entrar sus manos, sus ambiciones, sus malas mañas, en esa montaña de riqueza acumulada y dar paso a más corrupción., Hasta el Colegio de Ingeniero tiene un proyecto de construcción de viviendas unifamiliares para sus miembros y reclama dinero del fondo de pensiones para construir esas casas.
Uno se pregunta ¿Cuánto terreno se necesita para construir casas para miles de ingenieros, médicos, dentistas, músicos, locutores, periodistas, peloteros y desnudistas? ¿Y a eso vamos a dedicar los fondos de pensiones? ?Con qué dinero se pagarán las pensiones? ¿Pagarán por las casas o las regalarán como la mayoría de las que se dieron a administrar a Bienes Nacionales?
No permitamos que se gasten los fondos de pensiones alegremente.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Pasemos a la acción



Pasemos a la acción

Miledy Cabral me invitó a su programa de televisión, 1986, me preguntó: Señor Gautreaux, usted que es un defensor de Salvador Jorge Blanco, la interrumpí y comenté: Miledy, yo no defiendo a Jorge Blanco, a quien defiendo es a mí.
Miledy, rápidamente, me dice: “pero usted no es acusado”. Y le respondí: cierto, pero a quien defiendo es al ciudadano común, al que no tiene quien lo defienda, aquel de quien hablaba Bertoldo Brecht cuando dijo que cuando fueron a buscar presos a políticos comunistas, a sindicalistas, a gente contestataria no le preocupó hasta que cuando lo fueron a buscar ya era tarde.
Imagina, le dije a Miledy, que todo el poder del gobierno sea usado para perseguir a una persona como yo ¿dónde iría a parar? Cuando Joaquín Balaguer la emprendió contra Salvador lo hizo pensando en las elecciones del 1990, que todo parecía indicar que Jorge Blanco ganaría.
A ese poder omnímodo de Balaguer, dueño de un Congreso lacayuno, una Suprema Corte de Justicia integrada por borregos, por gente que movía la cabeza como el muñeco que presidía el café de Daniel Olivero, cuya maquinaria fue construida para que inclinara la cabeza, hasta el fin de los siglos, asintiendo con todo lo que pasaba en el lugar.
Balaguer le temía el poder de un Partido Revolucionario Dominicano compacto, cohesionado, por eso conquistó temprano a Juan Bosch, pero este último ya no narigoneaba al PRD.
Exacerbó las diferencias entre Jacobo Majluta y José Francisco Peña Gómez dividió al PRD, y logró gobernar hasta que la fuerza del partido blanco le tumbó el pulso y buscó a los seguidores de su antiguo y siempre cómplice Juan Bosch. Ahora el juego a la división lo dirige Leonel y Miguel, como ayer lo hizo Balaguer.
Aunque las acusaciones contra Salvador nunca fueron comprobadas, el PRD desunido fue vencido una y otra vez.
En las pasadas elecciones la maniobrabilidad política de Leonel Fernández y la traición de Miguel Vargas, yugularon las aspiraciones del pueblo que votó por Hipólito Mejía, ganó las elecciones, pero no pudo llegar al poder.
En nuestra historia hay precedentes de traidores que se han alzado con el gobierno, entran por la puerta de atrás personajillos y bribones, cuyas bajas acciones distorsionan los procesos democráticos y logran desviar el avance del pueblo hacia la satisfacción de sus necesidades.
Es de todos la responsabilidad de denunciar, descubrir y parar, a como dé lugar, a los marrulleros, politiqueros, cultores de la dictadura y la dictablanda, personajillos que actúan a la sombra de sus maquinaciones.
Duarte lo dijo de esta manera: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán víctimas de sus maquinaciones” ¿Qué esperamos?

miércoles, 12 de diciembre de 2012

¿Dónde se perdió el sueño?

¿Dónde se perdió el sueño?

Recuerdo el poema que recitó Alejandro Ulloa, aquel famoso actor español del siglo pasado, en la entonces Universidad de Santo Domingo, en cuya Aula Magna interpretó el papel del protagonista en la obra “Milagro”, que arrancó aplausos de pies a los asistentes a la velada teatral.
Esa tarde de 1957, de la cual no se imprimió programa alguno, Alejandro Ulloa recitó aquel poema del indiano que regresa a España y busca a la que fue su novia. El poema evoca la ternura de ese primer amor que convierte el capullo en flor, pero ella no esperó y él al enterarse de que se había casado le dice que sus sueños fueron: ¡Pamplinas, figuraciones que inventan los chavales! Después la vida se impone: tanto tienes, tanto vales...
Aunque los científicos que estudian la mente y el comportamiento realizan nuevos descubrimientos sobre la conducta humana, cada día es más profundo el desconocimiento que tenemos sobre hacia dónde va una persona, cuál será su conducta, cuál es el mejor modo de educar a los niños, por ello debemos tomar en cuenta la extraordinaria y profunda lección del filósofo y humanista doctor Albert Schweitzer quien a la pregunta sobre el mejor modo de criar un niño respondió: con ejemplo, con ejemplo, con ejemplo.
Me preocupa profundamente lo injusta que es la organización social que aplaude a la novia que olvidó al que se fue a buscar fortuna para ofrecérsela y él en un gesto de rabia contenida le dice que, al fin y al cabo: después la vida se impone, tanto tienes, tanto vales.
La generación que sufrió el trujillaje desde su nacimiento hasta su desaparición tenía un sueño: construir una sociedad donde la democracia, la libertad, la integridad, la honradez, la moral, el respeto al derecho ajeno, la igualdad de oportunidades, fueran conquistas permanente del pueblo dominicano.
Por ese sueño esa generación fue a las cárceles a sufrir torturas inenarrables, después a las montañas, luego conspiró para reponer la constitucionalidad vulnerada, más tarde fue capaz de enfrentar con el pecho los tanques, los morteros, los fusiles de última generación al combatir a los invasores norteamericanos. Ello permitió el despertar de una camada de jóvenes dispuestos a hacer realidad los propósitos que pregonábamos aún a costa de nuestras vidas.
¿Merecía esa generación ser sucedida por una que, como en el poema, cree que “después la vida se impone: tanto tienes, tanto vales”? Ese no fue el ejemplo que le dimos. Me pregunto ¿fuimos nosotros quienes creamos esta generación a la cual se le canta en la plaza pública, un aire que reza: ladrón, ladrón, ladrón, ladrón, ladrón? Que, por cierto, se escribe con L de ladrón