Biografía

Nació en Sabana de Chavón, La Romana, el 9 de Noviembre de 1937. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue cónsul en La Guaira, Venezuela y viceministro de la Presidencia del gobierno que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ha publicado ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa dominicana. Es autor de los libros “Cuentos del Abuelo Julio”, “La ciudad clandestina y los secretos del General” y una novela llamada “Al final del arco iris” (1982). Sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo” fueron premiados por el Movimiento Cultural Dominicano y Casa de Teatro, respectivamente.

Inició y dirigió por muchos años, el suplemento “Cultura” del periódico El Nacional de ¡Ahora! “Cultura” pronto se convirtió en vocero de voces dominicanas nuevas. “Cultura” estaba abierto a todas corrientes literarias, a diferencia de otros suplementos culturares que existieron (y quizás todavía existen) en la República Dominicana, que eran “mafias literarias” para exponer puntos de vista, tendencias literarias que eran defendidas y/o promovidas por esos “intelectuales”.

Su prosa es precisa y sus temas son en general sociales. Escribió un cuento breve que está entre los cinco o seis mejores cuentos breves escritos en español

viernes, 8 de marzo de 2013

Nos quieren narigonear



Nos quieren narigonear

Los legisladores del gobierno de Trujillo sólo tenían que pronunciar la palabra ¡corroboro!, cuando se sometiera a votación algún proyecto de ley para ejercer su función.
Así actuaron los legisladores actuales cuando Leonel Fernández usó su poder político para que senadores y diputados votaran, sin leer, el proyecto que modificó el contrato suscrito por Barrick Gold mediante el cual se disminuyeron los ingresos del Estado. Extraña legislación con un fuerte hedor a corrupción
Ahora, Fernández tuvo el descaro y la desvergüenza de felicitar al presidente Danilo Medina por su supuesta defensa del país en su discurso del 27 de febrero pasado. Medina dijo que se proponía obtener justicia para que nuestro país reciba un porcentaje adecuado de la explotación de nuestro oro. Hasta aquí lo que parece una flor de invernadero.
Pero eso que suena tan vigoroso, tan macho, tan patriótico, ocurre en medio de esta situación que se come la fuerza que da el papeletazo del gobierno en los medios de comunicación que, al unísono, se ocupan de la Barrick como único tema nacional, como si no ocurrieran situaciones como las que describo:
-La hoya del lago Enriquillo está inundada, se frustra el futuro de miles de dominicanos y se pierden millones de pesos en todo tipo de bienes anegados.
-Médicos de la Región Este aseguran que el sistema sanitario colapsó en todo el país, mientras, el hospital Darío Contreras lleva varios días en huelga porque requiere de una ampliación, equipamiento e higienización.
-Los maestros parece que quieren una parte del pastel del 4% para la educación
-El Procurador General de la República cuestionó el trabajo que realizan los fiscales y los agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas-DNCD pues en 14 provincias no se decomisó droga el mes pasado.
-¿Acaso alguien esperaba desigualdad, ventaja o privilegio judicial porque el presidente de la Suprema declara que garantiza trato igualitario en el caso de Bahía de las Águilas. Esta raro eso, magistrado.
-Sindicalistas afirman canasta básica va por los RD$35,000. Nos estamos muriendo del hambre, sobrevivimos porque Dios es grande y el aire es gratis.
Mi amigo Ramón Colombo escribió, y copio: “ Por falta de quince mil pesos mensuales para el pago del local (15 mil, no 15 millones), será cerrada la biblioteca pública del ensanche Capotillo, donde funciona, además, el Comité de los Derechos Humanos y las entidades comunitarias Amor y Paz y Amigos por un Sueño”. Ángel Medina, director de la biblioteca; “Ya no sabemos a quién recurrir para evitarlo”. (Sólo una palabra incontenible brota de mis sentimientos ciudadanos: ¡Coño!
El gobierno y quienes cobran para ocultar la verdad, hablan de la Barrick para distraer la atención de los muchos problemas que no enfrenta. Quien seguir engañándonos.

jueves, 7 de marzo de 2013

Verdades que no conocemos



Verdades que no conocemos

No importa si no sabemos, lo más importante es que no queremos saber. Y si alguien nos dice cómo fue, sólo lo aceptamos si coincide con nuestras informaciones, con nuestra visión, con el cuerpo creado en el pensamiento sobre tal o cual acontecimiento, sobre tal o cual persona.
La verdad, en veces, tiene cara de hereje, no es solo la necesidad la que muestra ese rostro. La herejía de la verdad es la verdad misma, nos resistimos a creer lo que puede cambiar, o cambia, nuestra idea sobre tal o cual asunto. De pronto nos damos cuenta de que el edificio que hemos construido, tiene un defecto de construcción tan grave que pone a temblar la idea que teníamos de tal o cual cosa o de tal o cual situación.
Es difícil administrar que lo que creímos durante un tiempo corto, mediano o largo, era de otra manera, que la imagen interna que nos forjamos no se correspondía con la verdad.
Que cuando nuestra verdad fue contrastada con otras verdades o con la verdad, nuestra primera reacción fue negar que lo que nos acabamos de enterar sea cierto. ¿Cómo puede ser si durante tanto tiempo estuvimos construyendo una imagen, una estatua, un perfil de una u otra persona, una historia de uno y otro acontecimiento?
La verdad es, en veces, como un poliedro de nadie sabe cuántas caras, de nadie sabe cuántos colores. La verdad puede ser tan enmarañada como una gran telaraña o tan simple como una ronda de niños a quienes se instruye sobre cómo jugar, cuándo hacer, con quien conviene que lo hagan.
La verdad se abre paso como la luz de la mañana que ilumina los rincones más oscuros, sube todas las jaldas, conoce todos los caminos de los cerros.
La verdad que nosotros creíamos conocer, la que se corre como una cortina que se abre para dejar pasar la luz y la fresca brisa de la tarde, provoca un choque que desmorona cualquier idea, pensamiento, creencia, estremece nuestra seguridad y nos obliga a pensar que quizá lo que tenemos es nuestra verdad, una verdad y no poseemos la verdad.
Entonces es el momento de la negación, el instante del no puede ser, que surge como un grito que oscurece lo cierto para que se entre en el terreno cenagoso y movedizo de lo incierto.
Es ese momento en que la duda asalta al conocimiento, que uno tiene o cree que posee, es cuando .la inteligencia, la reciedumbre, la seriedad, la honestidad, la bondad de corazón abren el entendimiento y permiten dudar.
Dudar siempre, sin llegar a la intolerancia de negar sin conocer, rechazar sin investigar, abrir la ventana para que penetre la brisa fresca, como dice el proverbio puertorriqueño.

jueves, 21 de febrero de 2013

Administrar el éxito



Administrar el éxito

Se cita al filósofo español José Ortega y Gasset como el pensador que en 1910 sentenció: “Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendido hasta volverse incompetentes".
Cincuentainueve años después el profesor Laurence J. Peter en su libro “El principio de Peter” desarrolló la misma idea al escribir: "En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse”
Ambos pensadores hablaban, tangencialmente, de lo difícil que es lo que llamo: “la administración del éxito”.
La propaganda decía que Charles Atlas, el hombre mejor desarrollado del mundo en ese entonces, creador del método de ejercicios que llamó “tensión dinámica”, había sido un alfeñique de menos de 100 libras acicateado por un musculoso y fortachón engreído que  lo ninguneó delante de su novia y él se dispuso a ser tan fuerte o más que quien lo había ridiculizado.
Charles Atlas había logrado triunfar luego de ingentes esfuerzos que implicaban constancia, metas definidas, aburridas y repetitivas sesiones de ejercicios para desarrollar unos y otros músculos, lo cual le permitió escalar posiciones en la jerarquía de los fisiculturistas.
Cuando obtuvo el galardón como el hombre más perfectamente desarrollado, había subido la jalda paso a paso, sabedor de que el mejor modo de llegar a la cima es con trabajo, en una palabra: estaba preparado para manejar el éxito.
Cuando Doroteo se sacó el Premio Mayor de la Lotería, compró un caballo de presencia impresionante, bueno para paso fino o para cualquier tipo de carrera a corta, media o larga distancia, lo enjaezó con toda suerte de objetos de llamativos colores y ordenó una silla repujada por los mejores talabarteros de la región Este.
Doroteo se fue en enero para las fiestas de la Virgen de la Altagracia y desde entonces no se perdió una noche de vela, un cabo de año, unas fiestas patronales. El éxito se le fue a la cabeza y poco después vendió el caballo, lo botó la mujer, perdió la casa y se arrimó a una esquina con un sombrero roto, descalzo y sin dientes, a pedir limosnas por el amor a Dios.
Siempre recuerdo la caída de Cutá Pérez, aquel magnífico lanzador que se perdió en el maldito mundo de las drogas. Igual le ocurrió a Dwight Gooden, excelente lanzador de los Mets de Nueva York: las drogas terminaron temprano con su joven y ascendiente carrera. Ambos fueron víctimas del éxito súbito.
Lo de Marta Heredia es otra demostración de lo difícil que es administrar el triunfo, a veces estar a piquera del éxito sirve como enseñanza para aprender administrar el aplauso del público, el reconocimi9ento y la bonanza económica. ¡Qué pena!

lunes, 11 de febrero de 2013

El grupo



El grupo
Las sociedades, los grupos humanos, son más fuertes que quienes quieran destruirlos. El sentido de pertenencia se impone contra cualquier fuerza que intente separar al grupo, que fuerce para hacerlo desparecer.
Lo difícil es conformar un conglomerado con intereses comunes, aspiraciones similares, que haya adquirido conciencia de la importancia de la unión.
Alguna vez leí una frase atribuida a un pensador chino del siglo XV antes de Cristo, que decía: “la unión de pequeños esfuerzos y sacrificios dirigidos con voluntad creadora es capaz de alcanzar grandes metas”.
Lo que permite identificar a un grupo es la coherencia con que construye su cultura. No habrá país, no habrá grupo, si no hay metas comunes que permitan un conjunto de .acciones en beneficio del grupo, en beneficio del país,
Fueron los intereses comunes los que permitieron las guerras de la independencia de los países que se sintieron acogotados por la acción de personas, o grupos de personas, que abusaron de una y otra manera de pueblos que eran mantenidos en la oscuridad.
La verdad es como el agua, siempre encuentra una rendija por donde salir para cumplir con su destino, iluminar la mente de los hombres con información, con sabiduría, con amor a la libertad, con ánimo para instaurar y mantener la democracia.
La verdad es un instrumento tan fino, tan decisivo, tan definitorio que se parece al sol. Es imposible oponerse a la luz de la verdad, por eso, pase lo que pase, mañana saldrá el sol.
El hombre se mueve en busca de otros hombres para formar un grupo que se construye con el tiempo, porque sí, porque la naturaleza del hombre es vivir en sociedad. Lo difícil repito, es que se forme la sociedad, que puede iniciarse con otro y la suma de otros constituye el grupo.
El grupo puede tener tropiezos, puede disminuir en número de integrantes, pero la voluntad de permanencia, el sentimiento de pertenencia se impone. La pertenencia es un modo de identificación que fomenta la solidaridad entre iguales y sirve de apoyo entre unos y otros.
Una sociedad, no desaparece por la voluntad de un hombre. En el peor de los casos un grupo enfrentará a otro grupo y nadie sabe nunca cuál de ellos resultara ganador.
Se juega a la destrucción del grupo cuando se tiene la certeza de que sus fuerzas son menores que las fuerzas del adversario, entonces llega un momento decisivo: se pelea y se hace daño al grupo o se buscan y logran acuerdos decentes.
El PRD no será destruido. Las armas están ahí: pelearse y disminuirse o acordar seguir como grupo fuerte y cohesionado.