Biografía

Nació en Sabana de Chavón, La Romana, el 9 de Noviembre de 1937. Estudió derecho y periodismo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Fue cónsul en La Guaira, Venezuela y viceministro de la Presidencia del gobierno que encabezó el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Ha publicado ensayos sobre el origen del merengue y la narrativa dominicana. Es autor de los libros “Cuentos del Abuelo Julio”, “La ciudad clandestina y los secretos del General” y una novela llamada “Al final del arco iris” (1982). Sus cuentos “A partir de esta noche” y “Sonámbulo” fueron premiados por el Movimiento Cultural Dominicano y Casa de Teatro, respectivamente.

Inició y dirigió por muchos años, el suplemento “Cultura” del periódico El Nacional de ¡Ahora! “Cultura” pronto se convirtió en vocero de voces dominicanas nuevas. “Cultura” estaba abierto a todas corrientes literarias, a diferencia de otros suplementos culturares que existieron (y quizás todavía existen) en la República Dominicana, que eran “mafias literarias” para exponer puntos de vista, tendencias literarias que eran defendidas y/o promovidas por esos “intelectuales”.

Su prosa es precisa y sus temas son en general sociales. Escribió un cuento breve que está entre los cinco o seis mejores cuentos breves escritos en español

sábado, 10 de noviembre de 2012

O to’ toro o to’ vaca


O to’ toro o to’ vaca

Mucha gente creyó que el Presidente Danilo Medina cumpliría la palabra empeñada en el discurso inaugural de su gobierno ante la Asamblea Nacional.
Desde ese mismo día, pasadas dos o tres horas, cuando se dieron a conocer los nombramientos de varios ministros que se escucharon nombres de funcionarios del pasado gobierno, la gente se dio cuenta de que Danilo comenzaba a trillar el camino de una de sus promesas de campaña: “seguir lo que estaba bien” desde su punto de vista, por supuesto. Si esa no era la intención, lo disimuló muy mal.
Ese juego que ejecutó barajando los nombres y los puestos, en algunos casos, fue una forma de rasgarse las vestiduras y despojarse del antifaz con el cual intentó engañar al pueblo.
Ese engaño comenzó cuando el entonces candidato Danilo Medina dijo que quería gobernar para “continuar lo que estaba bien; hacer lo que nunca se había hecho y corregir lo que está mal”
El Presidente Danilo Medina es beneficiario, usufructuario y cómplice de las barbaridades y vagabunderías, de los robos al erario y del uso indebido del poder para avasallar, para dañar, para engañar.
Alguna gente, porque nunca falta un bobo, un creído, un buena gente o un pendejo, se dejó embaucar y cegar, durante la campaña, con la repetición hasta la saciedad de supuestas obras de beneficio para el país. Esas obras encubrían la más formidable operación mafiosa que permitió la acumulación originaria de más de un vivo, de los que se cobijan bajo el mando de ovejas que se llama PLD.   
Lástima que haya la necesidad de generalizar cuando se llama mafiosos a los peledeístas, pero es que ellos son una excelente demostración de “dime con quien andas y te diré quien eres”
El gran culpable, el jefe de la banda peledeísta: Leonel Fernández, fabricó un candidato de cuya lealtad estaba seguro. Ante el latrocinio amparado por Leonel, Danilo Medina calló cada vez que debió levantar la voz, ocultó la cabeza en un barril de excrementos, cuando debió fijar posición, para distanciarse, de quien había usado el poder del Estado para derrotarlo en el 2008 y obtener la nominación a Presidente de la República.
Balaguer dividió al PRD en1986, para eliminar la posible candidatura de Salvador Jorge Blanco en 1990. Ahora Leonel divide el PRD para evitar ser perseguido por manejos ilegales y turbios de fondos del Estado, entre otras acusaciones posibles.
Esta es la hora de demostrar seriedad y apego al ejercicio honesto de una posición. Al Procurador General de la República se le ha sacado su comida aparte. Ahora tiene la oportunidad de demostrar si es o si no es serio. Le llegó el tiempo de o to’ toro o to’ vaca.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Súmese al uno mas uno


Súmese al uno mas uno

El uno es el número más importante porque con él se logra todo lo que nos puede beneficiar.
En materia electoral, por ejemplo, el uno es tan importante que si se suman todos los sufragios y uno de los candidatos obtiene un voto más, gana las elecciones.
Caminaba hacia la redacción de Noti Tiempo, de Radio Comercial, cuyo noticiero y programación de comentarios eran entonces un real toque de queda y me detengo al ver que se acerca don José Brea Peña, propietario de la emisora, quien luego del saludo cordial introduce su mano derecha en el bolsillo del pantalón, saca algo y cae un centavo, redondo, brillante, sonoro, aquel magnate de la prensa y del comercio se bajó a recoger el chele.
Extrañado ante la acción de don José le digo: don Joe ?y usted se baja a recoger un chele? Y con la paciencia de un filósofo oriental don José Brea Peña, millonario varias veces, me respondió con una pícara sonrisa de sabiduría: Gautreaux, sin un centavo no hay un millón de pesos. ¡Y de eso él sabía!
Mi amigo Oscar José, el Ciudadano del Mundo, bromea con la siguiente frase: los papúas sólo saben contar uno, dos y mucho.
Sabia forma de contar si recordamos la enseñanza de don José Brea Peña.
¿Por qué razón refiero estas dos excelentes demostraciones de la importancia del uno a la hora de contar? Porque la sabiduría popular sentenció, hace mucho tiempo, que “grano a grano se llena la gallina el buche”
La vocinglería radial, escrita y televisada del gobierno, intentando ocultar el sol con un dedo, se atreve a minimizar la excelente demostración de repudio al gobierno, y a sus políticas, ofrecida ayer por el pueblo explotado y abusado.
La convocatoria no fue para actos de masas. La convocatoria fue a una protesta que incluía vestir algo negro, en señal de luto, y se logró. Mucha gente, Oscar José que no participa en marchas ni en protestas ante edificios, vistió un pantalón, una camisa, una blusa negra y algunas mujeres usaron un cintillo negro en la cabeza.
Parece que la vocinglería y el gobierno estaban preparados para masacrar al pueblo del cual esperaban protestas encendidas e incendiarias y no fue así. No se les dieron los planes..
Aquella vez, el pueblo respondió a la convocatoria de huelga quedándose en sus casas. Sólo las calles vacías, los negocios y las escuelas cerrados. A los tres días había caído el gobierno.
Que sólo una persona por pueblo, ciudad, campo protestara el martes, es una demostración del descontento contra los abusos del gobierno. Y ahora es cuando falta.
Súmese a la protesta pacífica, sólo lo necesitamos a usted.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Cada quien habla


Cada quien habla

La vida no es un ejercicio filosófico. La vida es un compromiso contraído por nuestros antepasados, un ejercicio que se trasmite a partir de la experiencia que adquirimos durante el tiempo de la importantísima educación doméstica.
Por eso me resulta tan duro pensar que hay gente a quien en su casa le enseñaron que lo importante es tener fortuna, sin que importe la forma en que se adquiere.
Y me pregunto ¿cómo le enseña un padre a un hijo a ser marrullero, a decir una cosa y hacer la contraria, a mentir con el rostro cerrado con un gesto que quiere indicar seriedad y luego actuar a la inversa del compromiso adquirido?
Aunque no me interesa para enseñarlo a mis descendientes, me gustaría saberlo para prevenir a los nietos más pequeños.
Por supuesto, si admitimos que los hijos se educan de tres formas: con ejemplo, con ejemplo y con ejemplo, habrá que convenir en que somos víctimas de gente que demuestra una pésima educación hogareña.
No sé si es que somos buena gente o que somos unos pendejos, como dijo el político y escritor venezolano Arturo Uslar Pietri y sabrosea mi hermano Juan Taveras Hernández (TH) o puede que seamos de reacción lenta.
Un amigo criticaba a los dominicanos porque habíamos permitido que Trujillo gobernara 31 años. Lo dejé hablar. La conversación era en Macuto, Venezuela y cuando terminó sólo le respondí, aquel gobernó 31 años y lo matamos, ustedes dejaron escapar a Pérez Jiménez por el aeropuerto de La Carlota.
El dinero ciega a mucha gente cuando lo tiene cerca, aunque sea ajeno. Algunos entienden que el dinero todo lo vence, sirve para ocultar la riqueza de origen espurio bajo un manto de olvido.
Vivimos bajo la sombra de riquezas y teneres que comenzaron, en el siglo XIX con las concesiones para exportar maderas, hasta la entrega de algunas aduanas a particulares. Hoy, descendientes de esos señorones son señorones y nadie los cuestiona.
Los trujillistas que salieron de las orillas de los pueblos y de campos remotos y terminaron millonarios, robando y asesinando inocentes, fueron los padres y abuelos de muchos señorones de hoy que nadie cuestiona.
Con esos ejemplos históricos ¿qué han hecho los muchachos del Partido de la Liberación Dominicana? Convertirse en señorones. Piensan que si no fue procesada la oligarquía creada durante el gobierno de Ulises Heureauxni la surgida en el gobierno de Trujillo, ellos tampoco tendrán que justificar el súbito enriquecimiento inexplicable que han experimentado.
Por ahí dicen que “estudiando cualquiera pasa” y también dicen que “cada quien habla de la fiesta según como le fue”. Pero no puede ser que haya otro robón y cuenta nueva.

viernes, 26 de octubre de 2012

Qué ejemplo


¡Qué ejemplo!

Cada generación hereda un conjunto de historias, consejas, mentiras y realidades que no ha construido. Se da cuenta, cualquier día, mientras entra en la curva final de la adolescencia, que el mundo esta hecho, que no hay nada nuevo bajo el sol.
Leyes, estudios, planes, proyectos, obras en curso, otras por construir, todo, aparentemente todo está hecho y a esta nueva generación que entra en los finales de la adolescencia como que le queda poco por hacer.
En ese momento, en ese preciso momento, esa generación descubre que el mundo que encontró, el mundo de sus mayores, puede ser mejorado porque toda obra humana es perfectible.
El choque que produce ese descubrimiento es de gran importancia para el presente y el futuro de esa generación que ha crecido dispersa hasta que se encuentra en la universidad, el taller, en el lugar donde aprende artesanía o cualquier arte de desarrollo manual.
Desconocedora del pasado cada generación se ocupa de elaborar, de trabajar, un modelo de escultura que esté al alcance de su tiempo. Lo que no sabe cada generación, cuando está en embrión, es que a las generaciones anteriores se les presentaron los mismos retos, porque cada generación sabe que tiene la obligación de estampar su huella en la historia.
Por eso, cada generación crea y ve surgir sus propios héroes, los que deben continuar y superar las generaciones de sus mayores.
 Entonces, se produce el choque generacional, que permite la chispa que produce el incendio con cuya luz se ilumina la generación actual.
Shakespeare decía que el pasado es prólogo, lo que deja claro que hay que mirar hacia atrás para lograr metas más altas.
Mi generación, nacida y crecida bajo la bota del trujillaje, se nutrió con el ejemplo de grandes hombres que supieron decir que no al tirano Trujillo y escribieron páginas que permitieron a Gabriel García Márquez interpretar el sentimiento de libertad latinoamericano cuando la dignidad del coronel Buendía, respondió a su mujer, quien le preguntó qué comerían: el bizarro combatiente le respondió: ! Mierda!.
Antes que resignar su bandera de lucha, hombres como Heriberto Núñez, Ángel Liz, Viriato, Antinoe y Gilberto Fiallo, Ercilio de Castro, Carlos Lassis, Guaroa Vásquez, Osvaldo Padilla, Nossin Hazoury, aquel fotógrafo de La Romana, Ramón (Mon) cuyo apellido no recuerdo, el maestro sastre Aroma y muchos otros, prefirieron mantener la dignidad y el decoro de todos con su resistencia individual al trujillaje.
La generación que está en el gobierno, dejará como ejemplo: el engaño, el enfermizo afán de riqueza que los ha llevado a juntar fortuna robando dinero del pueblo.
Como dijo el Presidente Hipólito Mejía, nos mienten, saben que nos mienten, pero no nos engañan.

miércoles, 24 de octubre de 2012

¡Hasta cuándo!


¡Hasta cuándo!
 
Hay una constante que no me gusta en la respuesta de nuestro pueblo ante acontecimientos que afectan la sociedad. Un rápido recuento de nuestra historia arroja resultados difíciles de tragar.
En momentos estelares de nuestra historia, no reaccionamos con la rapidez necesaria para quitarnos de encima el peso que nos agobia. Es como si nuestra sociedad fuese  masoquista y no lo creo.
No creo que ninguna persona, y mucho menos una sociedad, se acoja al yugo sin buscar la opción de la libertad. Sin embargo, hay una actitud atávica que actúa como   ancla y contribuye a la inercia social que parece formar parte del yo dominicano.
Los estudiosos de la conducta debían ahondar en lo que es una indudable constante en el pueblo dominicano: la pasividad, la reacción lenta y a veces tardía, aceptar lo que le daña como si fuese imposible trillar otro camino.
Aunque antes de 1810 había grupos que propugnaban por la independencia, se impuso la corriente que abogaba por volver al redil de España, en momentos en que se producían, en el continente, algunos de los acontecimientos políticos y militares más importantes de la independencia de América.
¿Se habían acostumbrado los "dominicanos" a la ocupación haitiana, al punto de   realizar pocas acciones, antes de 1844, para liberarnos del yugo?
¿Cómo fue posible que Pedro Santana y Familia hicieran lo que le vino en ganas hasta el punto de encabezar el amplio movimiento que entregó la soberanía e independencia nacionales a España?
¿Cómo permitimos que gobernara varias veces Buenaventura Báez, quien nunca respetó el sentimiento de independencia?
Es imperativo el estudio de las causas de esa errada creencia que nos hace pensar como impotentes. Felizmente,  siempre encontramos el camino de hallar la luz al final del túnel.
Ulises Heureaux y Rafael Trujillo, para sólo citar dos ejemplos, fueron fruto de la dispersión social,  que impide el desarrollo de una real política de beneficio al pueblo dominicano.
Si no existe la cohesión social que alimente el sentido de arraigo, la percepción de pertenencia a un proyecto o situación común, los resultados serán los peores.
Somos víctimas de las maldades de una comparsa de bufones, imitadores de los peores ejemplos, cuyas acciones contribuyen a golpear las aspiraciones de una vida digna.
Llegaron al poder con una consigna que han aplicado cuidadosa y sistemáticamente: enriquecerse a toda costa.
Creo que Joaquín Balaguer fue quien dijo esta frase que retrata a muchos: demagogos con cara de redentores.
Así nos han engañado y el sonido de las voces de las sirenas encanta a muchos a quienes parece no importarle que se robaran 187 mil millones de pesos, entre gastos de sucia campaña política y nadie sabe cuántas vagabunderías más.